Monedas dentro de monedas

LAS monedas bimetálicas, por su estructura característica de un anillo y un núcleo, permiten incluir en sus diseños monedas antiguas, a modo de conmemoración numismática. Un ejemplo característico (y pionero en este tipo de diseños) es la moneda de 1 peso de Argentina que apareció en 1994 y se acuñó, intermitentemente, hasta 2016. En el núcleo de la moneda se encuentra una reproducción de la primera moneda patria de las Provincias Unidas del Río de la Plata, 8 Escudos de oro de 1813 acuñada en Potosí. Esta pieza está reproducida tanto en el anverso y en el reverso en el núcleo de bronce de aluminio (el anillo es de cuproníquel), aunque en un tamaño mucho más pequeño (la moneda tiene un diámetro de 23 mm, por lo que el núcleo es aún menor) que el original (35,3 mm), lo cual no evitó que hubiera mucha confusión entre inexpertos y gente nada familiarizada con la numismática al encontrarse con el núcleo suelto (sin el anillo). Esta moneda tiene dos curiosidades: es la única que se emitió como moneda circulante no conmemorativa (y solo hay otra pieza que se acuñó para circular), y el anverso de la moneda de un peso muestra en su núcleo el reverso de la moneda de 8 Escudos y viceversa.

La tradición australiana en monedas bimetálicas se concentra en monedas de colección y algunas de ellas se han dedicado a homenajear a otras monedas. Es el caso de la moneda de 100 dólares australianos dedicada al centenario del soberano de la ceca de Perth. En el reverso de esta pieza de anillo de plata y núcleo de oro se puede ver en el interior del núcleo una reproducción del reverso del soberano con la imagen de San Jorge batiendo al dragón. El anverso, sin embargo, muestra la efigie de la reina Isabel II del Reino Unido. El diámetro de la pieza es de 32,1 mm, pesa 13 gramos, tiene el canto estriado y el reverso medalla.

A diferencia de la moneda anterior, la pieza que homenajea al último penique australiano se reproduce tanto en anverso y reverso del núcleo de una moneda de 1 dólar, con anillo de plata y núcleo de cobre. Esta pieza, a mi entender, está mucho mejor lograda que la anterior. En el anillo se pueden ver los diferentes anversos y otro reverso de este valor facial utilizado entre 1911 y 1964. En el anverso, el anillo reproduce al nombre del país, el valor facial, el nombre y una pequeña efigie actualizada (que contrasta con la efigie joven de la reina que apareció en el último penique). La pieza tiene un diámetro de 50mm, un peso de 56,23 gramos, canto estriado y reverso medalla.

Este año se anunció una moneda de 75 dólares en homenaje a la Libra de Adelaida. Esta fue la primera moneda de oro acuñada en Australia ante la necesidad de moneda circulante debido a que, por la fiebre del oro en Victoria que mudó a la gran mayoría de hombres hacia esa zona, se habían quedado sin monedas. El anillo es de plata y el núcleo de oro. Al igual que en la pieza dedicada al último penique, se reproducirán ambas caras de la moneda original.

En 2015 Sudáfrica emitió una moneda de 5 Rand conmemorando los 200 años de la que se considera la primera moneda sudafricana, aunque no con el mismo tipo de diseño que las monedas que venimos viendo. La homenajeada es una moneda de IIIII pence acuñada en plata en Griquatown, un establecimiento de colonos ingleses creado por un miembro de la London Missionary Society (iglesia congregacional) en 1805. Esta iglesia introdujo moneda circulante en 1815 debido al crecimiento del pueblo. La particularidad del diseño de esta pieza es que ambas caras están en el reverso de la moneda: el anverso con el símbolo de la LMS (la paloma con las alas extendidas y la rama de olivo en el pico) y el reverso con el valor facial. La moneda de 5 Rand tiene el anillo de cuproníquel, el núcleo de latón, 26 mm de diámetro, 9,6 gramos, reverso medalla y un canto con estrías y un espacio al medio con la leyenda “SARB R5” (Banco de Reserva de Sudáfrica -por sus siglas en inglés- y el valor facial).

Las joyas de este artículo son, sin duda, las piezas de la serie dedicada a la herencia numismática de México. Este país se destaca por tener uno de los conos monetarios bimetálicos más bellos y por sus diseños siempre cuidados. Esta serie, que consta de tres partes, no es la excepción. Está dedicada a monedas acuñadas en varias cecas mexicanas desde tiempos coloniales en el siglo XVI hasta la amonedación contemporánea del siglo XX. Todas las piezas tienen el valor facial de 100 pesos mexicanos, un anillo de bronce de aluminio y un núcleo de plata .925, un diámetro de 39 milímetros, un peso de 33,967 gramos, canto estriado discontinuo y reverso moneda. El anverso común a todas las piezas lleva el escudo nacional y la leyenda «Estados Unidos Mexicanos». En el anillo de los reversos está la leyenda «Herencia numismática de México», el símbolo de la Casa de Moneda de México, el valor facial y el año de emisión. Las piezas se emitieron en cuatro tandas.

La primera corresponde a un columnario de la época de Felipe V: 8 reales de 1732 acuñados en plata en la ceca de México.

La segunda se trata de homenajear la efigie de Carlos III en otra pieza de 8 reales de 1873, acuñada en plata en la ceca de México.

La tercera está dedicada a la que se considera la primera moneda mexicana, acuñada en tiempos de José María Morelos y Pavón, artífice de la segunda etapa de la guerra de independencia mexicana. La moneda tenía por objetivo aliviar la falta de circulante, con la promesa de ser cambiadas por monedas de plata y oro al terminar la guerra. La pieza es de 8 reales acuñada en cobre en 1814.

La cuarta corresponde a la primera serie de la naciente República Mexicana: 8 reales de 1824, acuñados en plata en la ceca de Durango, y los cuños fueron grabados por José Guerrero.

La quinta corresponde al peso caballito, moneda conmemorativa del centenario del inicio de la lucha por la independencia. La pieza es 1 peso de 1914, acuñada en plata en la ceca de México.

La sexta es un homenaje al peso de bolita, moneda acuñada por los villistas durante la Revolución Mexicana. Es una moneda de un peso de 1913 acuñada en plata.

La séptima es muy particular, ya que se trata de una moneda resellada. Es una pieza de la época de Carlos III, 8 reales de 1804 acuñados en plata en ceca de México, con los resellados de chops (China) y de Filipinas. Las monedas de plata mexicanas tenían gran aceptación en oriente (así como las piezas potosinas en Brasil) y eran reselladas para distinguirlas de las numerosas piezas falsas que se acuñaban en oriente.

La octava es una macuquina (acuñada de manera manual a golpe de martillo) de la época de Felipe III: 8 reales de 1608, acuñados en plata en la ceca de México.

La novena es una moneda provisional realista acuñada en Zacatecas, debido a que era difícil llevar los metales a la ciudad de México para hacer las acuñaciones allí. Se trata de una pieza de 8 reales de 1811. Su característica más llamativa son las iniciales LVO: Labor Vincint Omnia, el trabajo lo vence todo.

La décima corresponde a una moneda del Segundo Imperio, cuando se impuso el sistema decimal. Tiene la imagen de Maximiliano de Habsburgo, y corresponde a una moneda de 1 peso de 1866, acuñada en plata en la ceca de México. (La moneda de la imagen de más abajo es una de 20 pesos de oro del mismo año, de ahí que se la vea dorada).

La undécima corresponde a las monedas acuñadas tras la constitución de la República Mexicana en 1823. Se decidió que las piezas de oro llevaran en su reverso una mano sosteniendo un gorro frigio sobre un código abierto con la palabra «Ley». La moneda homenajeada es de 8 escudos de 1828, acuñada en oro en la ceca de México.

La duodécima es una moneda conmemorativa por la inauguración del Ferrocarril del Sureste. Es una pieza de 5 pesos de 1950, acuñada en plata en la ceca de México.

La decimotercera corresponde a una moneda zapatista de Suriana, para compensar la falta de circulante durante la Revolución. Es una pieza con un diseño típicamente zapatista: volcán humeante, montañas y un sol resplandeciente. La pieza homenajeada es 2 pesos de 1915, acuñada en plata en la ceca de Guerrero.

La decimocuarta es un homenaje a las primeras monedas acuñadas en México a partir de 1536. Las piezas son conocidas como de Carlos y Juana, quienes eran los reyes de la época (Juana I de Castilla y Carlos I de España -V de Alemania-). También se acuñarían durante el reinado de Felipe II. Tienen la particularidad de expresar el valor facial con puntos. La pieza es de 3 reales, sin fecha, acuñada en plata en la ceca de México.

La decimoquinta corresponde a una moneda de balanza. En 1857 los liberales hicieron el primer intento de imponer el sistema métrico decimal. Se acuñaron estas piezas con la alegoría del sistema republicano en la que se representan la espada (ejecutivo), el código abierto (legislativo) y la balanza (judicial). La moneda es de 1 peso sin fecha, acuñada en plata en la ceca de Zacatecas.

La decimosexta es otra pieza resellada con chops (China), pero ya de la época republicana. Corresponde a una moneda de 8 reales, sin fecha, acuñada en plata en la ceca de Chihuahua.

La decimoséptima es una moneda insurgente de la Suprema Junta Gubernativa de América. Se trata de una pieza acuñada a nombre de Fernando VII (preso por los franceses) para aliviar la escasez de circulante. Es una moneda de 8 reales de 1811 acuñada en plata.

La decimoctava es una moneda del primer imperio con la efigie de Agustín de Iturbide. La pieza homenajeada es de 8 escudos de 1822, acuñada en oro en la ceca de México.

La decimonovena pieza, ya de la última tanda de la serie, corresponde a una moneda villista con la leyenda «Muera Hierta» (por Victoriano Huerta). Se trata de la variante más rara de estas monedas, ya que ostenta seis estrellas. Se trata de una pieza de 1 peso de 1814, acuñada en plata en la ceca de Durango.

La vigésima corresponde a una moneda conocida como pelucona, por las pelucas que lucían en las efigies los reyes Felipe V y Fernando VI. Se trata de una pieza de 8 escudos de 1748, acuñada en oro en la ceca de México.

La vigésimo primera es una moneda del Estado de Oaxaca. Éste declaró su independencia ante la inestabilidad política del país en 1915. En ese momento acuñó monedas con la efigie de Benito Juárez, entre las cuales se encuentra la emblemática, y aquí homenajeada, moneda de 60 pesos de 1916 acuñada en oro.

La vigésimo segunda también es de Oaxaca pero de un siglo antes. Corresponde a una moneda del gobierno provisional realista ya durante la guerra de independencia. Es una pieza de 8 reales de 1812 acuñada en plata.

La vigésimo tercera es una moneda virreinal con una contramarca de la Guayana Inglesa. Se trata de una perforación y de un resello con el nuevo valor (tres guilders). Lo extraído se utilizaba para otra pieza de menor denominación (3 bits). La moneda homenajeada es de la época de Carlos IV, 8 reales de 1806 acuñada en plata.

La última moneda de esta hermosa serie está dedicada a homenajear a los cuartillos de cobre que venían a solucionar el problema de la moneda fraccionaria. Se trata de 1/4 de real de 1834, acuñada en cobre en la ceca de México.

A mi entender, esta es una forma excelente de recuperar la tradición numismática, otro valor agregado de las monedas bimetálicas.

Fuentes:

  • All Coin Values
  • Banco de México
  • Colnect
  • Monedas-Bimetálicas, de José Luis Ramírez Monleón
  • Numista
  • The Perth Mint
  • World Bimetallic Coin News

Valores faciales llamativos en monedas bimetálicas

COMO ya hicimos con la entrada sobre las formas de las monedas, hoy en Bimetálicas a la carta tenemos esta entrada pedida por Seebaa González en el grupo Coleccionistas Argentinos de Bimetálicas. Como ya dijimos en otras entradas, la selección de piezas para mostrar es arbitraria y se ha hecho para no alargar demasiado la entrada. Para facilitar la lectura, además, no ahondaremos en las características técnicas de cada pieza más allá de su composición metálica ni volveremos a postear piezas que ya hemos visto en otras entradas.

En principio, la idea es mostrar piezas que tengan valores faciales poco usuales para una bimetálica y valores faciales poco usados en el mundo en general. Como ejemplo para el primer caso podríamos nombrar las monedas de 25 Pence (Peniques) de Tristan Da Cunha, que equivalen a 25 centavos o céntimos, un valor facial bajísimo para una moneda bimetálica, generalmente usadas para valores faciales altos. A estas piezas ya les dedicamos una entrada especial. Como ejemplo del segundo caso, las piezas de Eslovenia de 3 Euros de las que ya hablamos en la entrada dedicada a los Euros no circulantes. Es cierto que el valor facial 3 es cada vez más común, pero no deja de resultar curioso. No incluiremos monedas con valores faciales como 500 y 1000 ya que no resultan extraños en economías que por inflación han llevado a sus monedas a ese tipo de valores; los latinoamericanos conocemos esos ejemplos de sobra. Decidí tampoco incluir piezas con valor facial de 75, porque si bien resulta infrecuente para muchos de nosotros, es bastante común en países como Australia y otros miembros de la Commonwealth, lo cual alargaría mucho la entrada.

La pieza con la que Seebaa González me invitó a hacer esta entrada es una moneda que genera controversia. Se trata de una serie de piezas de un millón de liras turcas que se acuñaron con motivo de un aniversario de la casa de moneda turca. Los visitantes del museo podían cambiar un millón de liras turcas por una pieza acuñada en el momento con la fecha del día de la visita. A priori uno diría que no son piezas válidas para circulación sino souvenirs de museo, pero fueron incluidas en los catálogos de la editorial Krause como monedas. Son emitidas por la casa oficial de Turquía y tienen valor facial, lo que nos queda saber es si tenían curso legal. No está de más incluirlas en esta entrada. Las piezas tienen dos versiones: en 2002 se acuñaron con un anillo de cuproníquel y un núcleo de latón y la fecha en turco, mientras que entre 2003 y 2004 se acuñaron con un los metales invertidos y la fecha en turco e inglés.

Estamos acostumbrados a que los valores faciales en centavos se expresen en número, pero a veces existe la posibilidad de que se expresen en fracciones. El ejemplo más común es el de Estados Unidos que solo en sus denominaciones más bajas utiliza el número (1 Cent y 5 Cent). En el caso de monedas bimetálicas existen algunas con el valor facial de 1/4 acuñadas por Isla de Man, dependencia del Reino Unido. El valor facial es 1/4 de Corona (Crown) y es una serie de 1996 dedicada al Rey Arturo y la mitología a su alrededor. Las piezas tienen un anillo de platino y un núcleo de oro. Comparten el anverso con la efigie de la reina Isabel II del Reino Unido.

Dentro de la serie bullion Isla de Man emitió tres piezas bimetálicas con el valor facial 1/4 Angel y 1/4 Noble. Todas tienen un anillo de platino y un núcleo de oro. En el caso de los Angel tienen por motivo al arcángel Miguel, mientras que el Noble tiene la imagen de un barco.

Siguiendo con las fracciones, el valor facial de 1/2 es común en algunos países árabes. Es el caso de Jordania que acuñó moneda bimetálica de 1/2 Dinar que además tiene la particularidad de ser heptagonal. Existen dos versiones dependiendo de la efigie del monarca. El anillo es de latón mientras que el núcleo es de cuproníquel.

Un caso similar es el de Libia que también tiene una moneda de 1/2 Dinar y la acuñado en formato bimetálico. En este caso existen tres diseños para esta pieza correspondientes a los años 2004, 2009 y 2014. Todas tienen un anillo de cuproníquel y un núcleo de bronce de aluminio.

Pasando a piezas en metales preciosos tenemos que volver a Isla de Man, que también tiene piezas con valor facial de 1/2 Crown. Está dedicada al bicentenario del descubrimiento del paladio, metal del cual está hecho el núcleo de la pieza. El anillo es de oro.

Para el nuevo milenio, Isla de Man acuñó una pieza de oro y titanio con un gran diseño en el reverso. El valor facial de 1/2 Crown está escondido en el núcleo.

Otra enclave colonial del Reino Unido (en disputa con España), Gibraltar, ha emitido piezas con valor de 1/2 Crown. La primera pieza que mostraremos fue acuñada en titanio y oro y tiene por motivo el Correo Postal Británico. De esta pieza existe una versión con el núcleo oscurecido, casi azul, y otra con el núcleo plateado. Se pueden ver en la página Monedas-Bimetálicas.

La segunda pieza fue emitida en plata y oro y está dedicada a la mitología del Sistema Solar.

Subiendo en los valores faciales deberíamos hablar de las piezas de 2,5 Euros de Luxemburgo y Portugal, y 3 Euros de Eslovenia. Sin embargo, de estas piezas hablamos en la entrada dedicada a los euros no circulantes, al igual que las piezas de 300 Euros de España. Quienes quieran verlas pueden acceder a través del enlace.

El valor facial de tres es bastante inusual aunque, como ya dijimos, en el último tiempo ha empezado a utilizarse con más frecuencia. Tayikistán acuñó piezas de 3 Somoni en 2004 y 2006 para conmemorar los 80 años de la República y los 2700 años de la ciudad de Kulob. Ambas piezas tienen un anillo de latón y un núcleo de cuproníquel.

Si bien nunca ingresó a la eurozona, Gibraltar emitió monedas de Ecu en los años noventa como muchos otros países que ya repasamos en su momento. Entre estas piezas acuñó una con el valor facial de 4,2 Ecus (número que tiene que ver con las equivalencias entre la nueva moneda europea y la libra).

Poco conocidas son las monedas de Corea del Norte. En este caso vamos a hablar de algunas debido a que tienen valores faciales muy poco frecuentes. La información que tenemos es precaria, por lo que puede haber algún dato que carezca de precisión.

El primer caso corresponde a una pieza dedicada a la inauguración del estadio de Pyeongyang con el valor facial de 7 Won. Es una pieza de 40 mm de diámetro con anillo de latón y núcleo de plata. En el anverso se puede ver el escudo de Corea del Norte y en el anverso el estadio motivo de la pieza. Se acuñaron, en principio, 2.500 piezas.

Tan desconocidas son las monedas norcoreanas que habíamos pasado por alto en la entrada dedicada a los Juegos Olímpicos estas piezas de 30 Won sobre ocho disciplinas de los Juegos de Beijing 2008. Todas las piezas tienen un diámetro de 40 milímetros y tienen anillo de aluminio y núcleo de latón o viceversa. Las ocho piezas comparten el mismo anverso.

En 2011 Corea del Norte emitió otra serie con el valor facial de 30 Won. Esta vez el motivo fueron los signos del zodiaco. Se acuñaron en cospeles de 40 milímetros con anillo de acero enchapado en latón y núcleo de acero enchapado en níquel y viceversa. Las doce piezas comparten anverso.

Más infrecuente aún entre los valores faciales es el que tiene la moneda que Kenia acuñó una pieza conmemorando los cuarenta años de independencia. Justamente la moneda es de 40 Shillings. El anillo es de bronce de aluminio, el núcleo de cuproníquel y tiene canto estriado parlante («40 YEARS»).

La más rara de las piezas de esta entrada (y tal vez de las que hayamos subido al blog en estos meses) es la moneda de Isla de Man que presentaremos a continuación. Incluso se podría discutir si sigue siendo una moneda o si ya es otra cosa. Esta moneda es de 2002 y tiene por motivo el tipo de cambio al Euro de los países en los que empezaba a circular esta moneda. En el reverso tiene el mapa de Europa y el nombre de los doce países en los que empezó a circular la moneda. La curiosidad no es solo el valor facial de 60 Pence (peniques). La moneda tiene un cospel de bronce con un núcleo de plata incrustado sobre el reverso. Este núcleo tiene un pequeño hueco con forma de flecha y está incrustado con un sistema que le permite girar. A medida que gira la flecha señala un país y por la ranura que hay en el núcleo se puede ver el tipo de cambio entre la vieja moneda y el Euro. Un sistema realmente complejo que da por resultado una de las monedas más curiosas que puede haber.

Fuente: Standar Catalog of World Coins (2001 – present), Krause Publications, 2019, p. 704. La imagen del catálogo es en blanco y negro pero sirve para ver ejemplificar el funcionamiento del mecanismo por el que gira el núcleo.

Siguiendo con piezas más normales con valores faciales infrecuentes tenemos una moneda de 150 Dólares de las Islas Cook. La pieza tiene anillo de oro y núcleo de plata y el motivo es el gran tiburón blanco. Fue acuñada en 2005 y tiene un núcleo con una forma particular que se condice con el diseño del anverso en donde aparece el tiburón.

También con valor facial de 150 Dólares, Australia acuñó piezas de su producto bullion dedicadas al águila cola de cuña australiana. Estas piezas tienen un anillo de 3/4 de onza de platino y núcleo de 3/4 de onza de oro. Se acuñaron en 2018 y en 2019.

Saltamos en los valores y nos vamos a los 10.000. Como ya hablamos de las piezas de 10.000 Korun de Eslovaquia en la entrada dedicada a las formas inusuales en monedas bimetálicas, directamente vamos a hablar de la moneda de Mozambique de 10.000 Meticais. Es una pieza de circulación con anillo de latón y núcleo de acero. Se acuñó en el año 2003. En el anverso tiene el escudo del país mientras que en el reverso se puede ver la imagen de un rinoceronte.

Polonia acuñó una pieza en 1991 con valor facial de 20.000 Zlotych. El motivo es la conmemoración de los 225 años de la ceca de Varsovia. En esos años Polonia atravesaba una crisis económica con una alta inflación y una devaluación constante de la moneda, por lo que se fueron emitiendo monedas y billetes cada año con mayor denominación. La moneda en cuestión tiene anillo de latón y núcleo de cuproníquel.

Este viaje por las monedas con valores faciales infrecuentes empezó y termina en Turquía. En el año 1999 se produjo la visita de Bill Clinton, presidente de Estados Unidos, a Turquía. Al año siguiente se acuñó una moneda de 150 millones de liras con ese motivo. La pieza tiene un anillo de plata y núcleo de oro y un módulo de 38,6 mm.

Fuente: Monedas-Bimetálicas

Seguramente se nos haya pasado alguna moneda pero hemos podido ver muchos valores faciales muy curiosos. Hemos dejado afuera monedas de fantasía y de dudosa procedencia. Seguramente estas no serán las últimas que tengan valores faciales curiosos y estrambóticos.

Addenda

Apenas publiqué esta entrada caí en la cuenta de un olvido. El año pasado Canadá sorprendió a todos acuñando una moneda trimetálica de 25 centavos dedicada al primer canadiense en llegar al espacio. La moneda no solo es bella por su diseño sino por su composición: un anillo exterior de bronce, más fino que lo habitual, un anillo interior de cuproníquel y un núcleo de latón. El diámetro es de 50,25 milímetros, una moneda enorme para el valor facial que tiene (y que resulta incomprensible por las características de la pieza). Apenas se acuñaron 15.000 unidades.

Fuentes:

  • Colnect
  • Monedas Bimetálicas, de José Luis Ramírez Monleón
  • Standard Catalog of World Coins (2001-present), Krause Publications, 2019.
  • uCoin

Monedas bimetálicas y Juegos Olímpicos

DE no ser por la pandemia de Covid-19, hoy hubiesen comenzado los XXXII Juegos Olímpicos Tokio 2020. Este es el evento deportivo más importante del mundo y marca la agenda y la vida de millones de deportistas de diversas disciplinas. La numismática no es ajena a este tipo de fenómenos, mucho menos desde que proliferan piezas conmemorativas que parecen más destinadas al comercio que a celebrar hechos históricos. En este sentido, muchos países han emitido piezas con motivo de los Juegos Olímpicos, y en el último tiempo se ha elegido hacerlo en monedas bimetálicas.

Vamos a dividir esta entrada dedicada a monedas bimetálicas de Juegos Olímpicos en tres partes: monedas emitidas por los países organizadores, monedas dedicadas a las delegaciones o a los deportistas que representan a un país en los JJOO o simplemente a la celebración del hecho, y monedas que conmemoran un hecho del pasado (obtención de medallas, aniversarios, etc.). Solo nos dedicaremos a los Juegos Olímpicos «de verano», dejando los de invierno para una futura entrada.

Las primeras monedas de la entrada son las francesas dedicadas a Pierre de Coubertin, hombre que tuvo la idea e hizo posibles los Juegos Olímpicos modernos a fines del siglo XIX. Fue el segundo presidente del Comité Olímpico Internacional. Francia le dedicó dos monedas bimetálicas. La primera en 1994, al cumplirse el centenario de la creación del COI. Es una pieza trimetálica de 20 Francos. El anillo exterior y el núcleo son de bronce de aluminio mientras que el anillo interior es de níquel. Tiene 26,8 milímetros de diámetro, 9 gramos de peso, canto estriado discontinuo y reverso moneda.

La segunda moneda se emitió al cumplirse 150 años del nacimiento de Pierre de Coubertin. Es una moneda de 2 Euros de 2013. Estas monedas tienen un anillo de cuproníquel y un núcleo de oro nórdico, un diámetro de 25,75 mm, un peso de 8,5 gramos, canto estriado parlante y reverso medalla.

Pasando a las piezas emitidas por países organizadores, no se utilizaron bimetálicas sino hasta 2004 cuando Grecia acuñó la primera moneda conmemorativa de 2 Euros dedicada al primer Juego Olímpico del siglo y del milenio celebrado en Atenas. La imagen es la de un lanzador de disco.

Fuente: Banco Central Europeo

Para los Juegos de Londres de 2012, el Reino Unido emitió dos piezas bastante particulares. Ambas tienen que ver con el traspaso de la bandera olímpica, ceremonia que cierra un ciclo olímpico y abre uno nuevo. La primera se emitió en 2008, celebrando el traspaso de la bandera de Beijing a Londres, y la segunda en 2012, cuando el traspaso fue de Londres a Río de Janeiro. Ambas monedas son de 2 Libras y tienen las mismas características técnicas. El anillo es de latón niquelado y el núcleo de cuproníquel. Tienen un módulo de 28,4 mm, un peso de 12 gramos, el canto estriado parlante (en estos casos, «I call upon the youth of te world» -Llamo a la juventud del mundo-) y el reverso medalla. Ambas tienen en el anverso la efigie de la reina Isabel II del Reino Unido (cuarto diseño).

Brasil fue el primero en emitir una serie completa dedicada a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Todas fueron emitidas para circulación en el valor facial de 1 Real. La primera moneda, no siempre incluida en la serie, coincide con la última pieza del Reino Unido: celebra el traspaso de la bandera olímpica de Londres a Río. Se emitió en 2012, con las características de todas las monedas de este valor facial: anillo de acero bañado en bronce, núcleo de acero, diámetro de 27 mm, peso de 7 gramos, canto estriado discontinuo y reverso moneda.

El resto de la serie se emitió entre 2014 y 2016. Son un total de 16 piezas que incluyen cuatro dedicadas a los Juegos Paralímpicos (que se celebran poco después de los Olímpicos en la misma sede), diez a disciplinas olímpicas y dos a las correspondientes mascotas.

Fuente: Metro Journal de Brasil

Para los juegos de Tokio, Japón preparó, entre muchas otras, dos piezas bimetálicas, una para los Juegos Olímpicos y otra para los Paralímpicos. Se representa a los dioses del trueno y del viento en los respectivos anversos, mientra que en los reversos están el logo de los Juegos y representaciones de los deportes en los anillos. Ambas piezas tienen el valor facial de 500 Yen, anillo de latón niquelado y núcleo de cuproníquel, módulo de 26,5 milímetros, peso de 7,1 gramos, canto estriado y reverso medalla.

En el día de ayer se anunció que Francia emitirá una serie de monedas conmemorativas de 2 Euros dedicada a los Juegos Olímpicos de París 2024. Serán cuatro piezas emitidas entre 2021 y 2024. La primera tendrá por motivo el traspaso de Tokio a París. Se desconocen los diseños y la cantidad de piezas a acuñar. Solo esperemos que la Monnaie de Paris no decida acuñarlas solo para comerciar en blísters como sucedió con la moneda dedicada a Asterix de 2019.

La primera bimetálica dedicada a un Juego Olímpico fue acuñada en Roma para Andorra. Fue en honor a los Juegos disputados en Seúl en 1988. El valor facial es de 2 Diners y tiene la imagen de un salto en alto en el reverso. El anillo es de cuproníquel y el núcleo de bronce. El diámetro es de 32 milímetros, el peso de 15 gramos, el canto es liso y el reverso moneda. Fue acuñada en el año 1985.

En la década siguiente Andorra volvió a emitir unas piezas en honor a otro Juego Olímpico, esta vez el de Sidney. Se acuñaron bajo el sistema inlay, lo cual implica el encastre de una pieza en un cospel completo, quedando así el segundo elemento en una de las dos caras de la moneda. En estos casos, los reversos tienen un núcleo de oro en donde se ve la imagen de un deportista (lanzamiento de jabalina, lanzamiento de disco y salto en alto). Las tres piezas son de plata con un encastre de oro en el reverso. El módulo es de 38 milímetros, el peso de 26,5 gramos, el canto es liso y el reverso moneda. Fueron acuñadas en 1998 las dos primeras, mientras que la restante se hizo en 1999. Todas tienen el mismo anverso con el escudo de Andorra.

Vale la pena destacar a Portugal y a sus emisiones de monedas bimetálicas con tema olímpico. El paso del tiempo y las condiciones de emisión han permitido, además, que esas emisiones sean muy diferentes entre sí. Las primera estuvieron dedicadas a los Juegos de Atlanta 96 (con referencia a los cien años de los Juegos) y de Sidney 2000. Fueron piezas de 200 Escudos, con anillo de bronce de aluminio y núcleo de cuproníquel. El diámetro es de 28 mm, el peso de 9,8 gramos, el canto estriado discontinuo y el reverso moneda.

Para los Juegos de Londres, Portugal emitió una pieza con el valor facial de 2,5 Euros, con una técnica en la que se encastran ambas caras de la moneda, siendo uno de los cospeles milímetros más pequeño y quedando «envuelto» por el otro cospel. Se denominan bimetálicas laminares. La pieza en cuestión tiene un anverso de plata y un reverso de oro (con un pequeño anillo de plata). Su diámetro es de 28 mm, su peso de 15,1 gramos, el canto estriado y el reverso medalla.

Para los Juegos de Río, Portugal emitió dos piezas, una de circulación y otra en oro y plata. La primera es una pieza de 2 Euros, con una reproducción de una obra de Joana Vasconcelos, «Corazón rojo independiente».

Fuente: Colnect

También a esta artista le pertenece el diseño de la pieza de 2,5 Euros, en oro y plata, que simboliza los anillos olímpicos en una moneda que innova nuevamente en las técnicas de encastre. La parte superior es de oro mientras que la inferior es de plata, y ambas partes están encastradas. El módulo de la pieza es de 28 mm, su peso de 14,85 gramos, el canto es estriado y el reverso medalla.

Portugal ya había anunciado que emitiría una pieza de 2 Euros este año con motivo de los Juegos Olímpicos de Tokio, pero al verse postergados decidió pasarla para el año que viene.

Fuente: Numismática Visual

Para celebrar los primeros juegos del tercer milenio, Australia emitió una pieza trimetálica en el valor facial de 50 Dólares. Esta pieza no es para circulación. El anillo exterior es de cobre, el interior de plata y el núcleo de oro. El módulo es de 38,71 mm, el peso de 36,51 gramos, el canto estriado y el reverso medalla.

Bélgica es otro país de la Eurozona que emitió una conmemorativa de 2 Euros con motivo de la participación de deportistas en los juegos celebrados en Brasil. Fue emitida en 2016, y su diseño se ajusta más a lo tradicional que la pieza portuguesa.

Fuente: Colnect

Sin duda los juegos de Río se llevan el oro en cuanto a piezas emitidas con su motivo. La última de la segunda tanda es una pieza bielorrusa dedicada al movimiento olímpico en Bielorrusia. Es una moneda de 20 Rublos, acuñada con un anillo de plata y un núcleo de oro, con un diámetro de 38,61 mm, un peso de 33,62 gramos, un canto parlante y reverso medalla. En el anverso se puede ver un estadio con los anillos olímpicos, mientras que en el reverso se ve un deportista con la antorcha y unos anillos estilizados. Se acuñó en 2016.

Pasando a la última parte de la entrada, en 2008 el Reino Unido emitió una pieza conmemorando el centenario del primer Juego Olímpico celebrado en Londres. Tiene las mismas características que las piezas de 2 Libras anteriormente citadas.

También en 2008, Jamaica emitió dos piezas para celebrar las medallas de oro conseguidas en Beijing y para los récords en 100 metros y 200 metros llanos de Usain Bolt. Estas piezas tienen un anillo de plata y un núcleo de plata bañada en oro. Su módulo es de 38,61 milímetros, el peso es de 28,1 gramos, el canto es estriado y el reverso medalla. El valor facial de ambas piezas es de 100 Dólares. En los reversos se pueden ver los ganadores de medallas doradas y a Usain Bolt, dueño de los récords antes mencionados.

La última pieza de esta entrada es una moneda de Eslovenia dedicada al centenario de la primera medalla olímpica conseguida por ese país. Se trata de una medalla de plata en esgrima, obtenida por Rudolf Cvetko como parte de un equipo que representaba al Imperio Austrohúngaro. Se lo considera el primer esloveno en participar de un Juego Olímpico y el primero en ganar una medalla. El equipamiento de esgrima fue utilizado para el diseño de esta pieza de 3 Euros acuñada en 2012. El anillo es de latón niquelado y el núcleo de cuproníquel. El módulo es de 32 milímetros, el peso de 15 gramos, el canto es estriado y el reverso medalla.

El deporte es uno de los pocos temas sobre los cuales se emiten piezas en todo el mundo (otro es la fauna). No es extraño que sean los Juegos Olímpicos, como gran evento de reunión mundial del deporte, uno de los temas recurrentes para muchos países.

*Las imágenes de las que no se cita fuente pertenecen a monedas de mi colección.

Breve historia de las monedas bimetálicas

SI bien existen antecedentes en la antigua Roma, cuando hablamos de la historia de las monedas bimetálicas ponemos el punto de partida en Italia pero en 1982. El Istituto Poligrafico e Zecca dello Stato presentó ese año una pieza de 500 Liras acuñada sobre un cospel de dos partes encastradas: un anillo de acmonital (acero inoxidable hecho de hierro y cromo) y un núcleo de bronce (cobre y estaño).

Esta moneda se acuña en el mismo proceso en el que se encastran las dos partes. El anillo y el núcleo llegan separados y en el momento del golpe de los cuños quedan encastrados y la moneda queda lista.

Por los acuerdos entre Italia y los Estados de San Marino y Ciudad del Vaticano, también salieron monedas de 500 Liras ese mismo año para esos países.

Esto fue una verdadera revolución en el mundo de la numismática. Muy pronto otros países quisieron tener sus propias bimetálicas y el primer en país en encargarle a la Zecca dello Stato unas piezas bimetálicas fue Andorra, que emitió un par de series con valor facial de 2 Diners en 1984 con animales y en 1985 con motivos deportivos, aunque esas piezas, por las condiciones especiales de un Estado como Andorra, no fueron de circulación (sus emisiones son de 5.000 o 11.000 ejemplares).

En el año 1987, el Reino de Marruecos emitió -al parecer, sobre cospeles italianos- la primera pieza bimetálica de África. Fue una moneda de 5 Dirhams, que hoy ostenta el título de ser la pieza bimetálica más antigua en seguir circulando y la que más tiempo lleva en circulación (33 años). Además, fueron las primeras en emitirse con el alfabeto árabe.

En 1988 las piezas bimetálicas llegaron a Asia de la mano de Tailandia. Estas piezas tienen un anillo de cuproníquel y núcleo de bronce de aluminio y utilizan el alfabeto thai.

En el mismo 1988 se emite, por primera vez, una pieza con el borde externo dorado y el núcleo plateado. La Monnai de Paris acuñó la moneda de 10 Francos en la que no solo se innova invirtiendo las aleaciones (anillo de bronce de aluminio, núcleo de níquel) sino también en el proceso de acuñación. En este caso, primero se arma el cospel y después se acuña la moneda. Esta pieza tiene varias variantes de las que hablaremos en un futuro, y se emitió también en metales preciosos.

Por los acuerdos que tienen Francia y el Principado de Mónaco, en 1989 también se emitió una pieza de 10 Francos bimetálica para ese Estado.

Se ha conocido que Venezuela encargó un ensayo de una moneda de 20 Bolívares bimetálica con fecha 1989 que nunca llegó a circulación, pero hubo que esperar unos años más para que las monedas bimetálicas llegaran a América. Fue la Casa de Moneda de México la pionera acuñando no una moneda sino prácticamente un cono monetario entero para circulación. A partir de una reforma monetaria, se empezó a acuñar las monedas de 1, 2, 5 y 10 Nuevos Pesos a partir de 1992, y las de 20 y 50 Nuevos Pesos entre 1993 y 1995 en formato bimetálico. Las de valor facial N$1, N$2 y N$5 con anillo de acero y núcleo de bronce de aluminio, las de N$10 y N$20 con anillo de bronce de aluminio y núcleo de plata y las de N$50 con anillo de latón y núcleo de plata. Desde 1996 se cambió el nombre de la moneda de Nuevo Peso a Peso y se dejó de emitir los valores faciales de 20 y 50, y se reemplazó el núcleo de plata del valor de $10 por un núcleo de cuproníquel. Todas las piezas tienen el mismo anverso.

En 1994 las monedas bimetálicas llegaron a Oceanía. Tanto Australia como Nueva Zelanda emitieron ese año piezas bimetálicas. Si bien Australia ha seguido emitiendo piezas bimetálicas lo hace en metales preciosos, y Nueva Zelanda no volvió a emitir. Actualmente en Oceanía solo en Papúa Nueva Guinea circula una pieza bimetálica de 2 Kuna.

En 1992, diez años después de la aparición de la primera bimetálica, se produjo otro revuelo con la presentación de una pieza trimetálica. Se trata de la moneda de 20 Francos emitida por la Monaie de Paris. Si bien esta moneda resultó emblemática, no consiguió que se extendiera como modelo como sí lo hizo la moneda italiana, seguramente por una cuestión de costos.

Durante esta década también se comenzó a acuñar moneda bimetálica con la técnica inlay, que quiere decir encastre, y que refiere a un pedazo metal que se encastra sobre un cospel de otro metal. Esto implica que no hay anillo ni núcleo, sino una pieza encastrada que solo se puede apreciar en una de las caras de la moneda.

En los años noventa se produjo una gran expansión de las monedas bimetálicas y que ha continuado hasta nuestros días. En muchos países se extendió su uso gracias a que las monedas comunes de organizaciones supranacionales también tenían un valor facial bimetálico (como sucede con el Franco de África Occidental, el Franco del África Central y el Euro). Son más de cien los países que han emitido en algún momento alguna pieza bimetálica y a eso se le pueden sumar ensayos, monedas de fantasía, medallas y hasta fichas (token).

Recientemente se produjo una nueva innovación. En 2016 las cecas alemanas presentaron una nueva moneda de 5€ trimetálica con un anillo interior de polímero, mientras que Portugal presentaba una bimetálica con núcleo de acrílico. En el caso alemán se siguieron acuñando hasta el presente y se ha agregado una nueva serie en 2019 de trimetálicas con polímero en valor facial de 10€.

Como anunciaba el título, esto pretende ser una breve historia en donde se repasan algunos hitos importantes en la historia de este tipo de monedas. A medida que avancemos en las entradas iremos repasando algunos de estos momentos y agregando otros, e irán surgiendo nuevas innovaciones de las cuales intentaremos dar cuenta.

Fuentes:

*Las imágenes de las que no se aclara la fuente pertenecen a monedas de mi colección.